Autor: daj

Quiero recobrar la vista (2)

Ciertos cristianos han experimentado gran entusiasmo en servir a Dios después de convertirse. Sin embargo, sufren un deterioro en su afán por las cosas del Señor y se enfrían. Han sacado la vista de la meta. Lo expresado por Bartimeo puede ser su más caro deseo: “Quiero recobrar la vista”. Es posible.   “Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá” Lucas 12:40   Un joven se convirtió y apenas había comenzado a gozar de su nueva vida en Cristo cuando pidió ser bautizado. Los ancianos recomendaron que esperara un poco. Su reacción fue que su asistencia a las reuniones disminuyera hasta dejar de asistir. Sin que él se diera cuenta, el Señor le había dado una oportunidad para probar la realidad de su fe y falló. Años más tarde cuando comenzó a asistir otra vez, reconoció que su reacción fue carnal y le había privado de mucha bendición. Hay diferentes motivos porque uno se aleja del Señor. En el caso del joven, fue su inmadurez y carnalidad; en otros, es por un malentendido, o porque no fuera tomado en cuenta. Hay diversos motivos que producen un “bajón” en la vida espiritual de los creyentes.   La razón más grave de un alejamiento es cuando uno se embarca en una vida pecaminosa, ya sea por un vicio que destruye el...

Read More

Quiero recobrar la vista (1)

Mientras los participantes en los juegos olímpicos se preparan para correr, lo más importante es llegar a la meta sin dejar que nada le distraiga de su objetivo. La vida cristiana no es una carrera corta, sino es como un maratón. Por cierto hay momentos de cansancio, pero en vez de dejar de correr, deben fijar su vista de nuevo en la meta.   “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” Hechos 20:24   Una señora se quejaba de su vida y decía: “estoy bien aburrida”. Mencionó su marido, los niños, y entre otras cosas, “la plata no alcanza para nada”. Con paciencia su interlocutor le llevaba al plano espiritual y preguntó cómo estaba en su relación con el Señor. Confesó que estaba lejos de Él y reconoció su necesidad de volver. Es un fenómeno inexplicable pues algunos cristianos se deprimen y en vez de buscar al Señor, se alejan de Él. Dejan de leer la Biblia, y después ni se preocupan de orar. Muchas veces al conversar del problema, reconocen que la falla está en ellos mismos. Algunos invocan ciertos motivos que según creen, les hicieran alejarse del Señor. Los sinceros preguntan ¿Qué se puede...

Read More

TENGO SED

Mientras Jesús estuvo en la cruz habló siete veces. En cada oportunidad hubo un propósito puntual. Cuando dijo “tengo sed” mucho más que beber estaba involucrado. Resultó ser otra prueba más de que la muerte de Jesús y lo que obtuvo a través de ella había sido previsto muchos años antes.   “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed” Juan 19:28   El texto de cabecera tiene importancia por tres razones: 1. Jesús sabía que el sufrimiento por el pecado había terminado. 2. Jesús sabía que quedaba una profecía del Antiguo Testamento relacionada con su muerte sin cumplir. 3. Jesús atribuyó suma importancia a las Escrituras y se sometió a ellas obedientemente. El Señor Jesús sabía al término de las tres horas de tinieblas que todo el sufrimiento para quitar el pecado ya había finalizado. No tendría que sufrir por el pecado otra vez. Jesús había hecho todo lo que la justicia divina exigía en relación al pecado del hombre. Pero todavía no entregaba su espíritu al Padre. ¿Por qué? El sabía que quedaba una profecía para cumplir; “y en mi sed me dieron a beber vinagre, (o vino)” (Salmo 69:21). Este salmo fue escrito centenares de años antes. Especificó que darían vinagre o vino para beber. Jesús solamente dice, “Tengo sed”. No dice, “Tengo sed de...

Read More

La tríada de fe del creyente: La fe que sostiene

“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” Santiago 2-4 En la hora de la prueba el ser humano puede reaccionar de muchas maneras, sin embargo, sólo el creyente en Cristo puede dejar delante de su Dios su carga y descansar confiado en que ante la incertidumbre, el dolor y la pérdida “el eterno” cuidará de él (Deuteronomio 33:27). No se trata de no sufrir o no lamentarse. Por cierto que no, el dolor y el llanto tienen su razón de ser y es necesario expresarlos. No obstante, el sentido que tenga la prueba es demasiado distinto según si quien la padece conoce o no al Dios eterno y soberano. Un apreciado amigo acaba de sufrir un incendio en lo que constituía gran parte de su fuente de sustento. Creyente en el Señor con su esposa, Rodrigo ha escrito en su perfil de Facebook: “Tristes, pero con esperanza”. Poco antes había escrito: “Ahora volvemos a nuestra ciudad en medio de lágrimas, sabiendo que a través de ellas vemos la fidelidad de nuestro Dios”. Ellos son creyentes en Cristo y eso hace toda la diferencia. David en incontables ocasiones recibió de Dios la fuerza y el sostén para seguir adelante a pesar de que, humanamente hablando, estaba solo y lo había perdido todo (Salmo 55:16). El Salmo...

Read More

La tríada de fe del creyente: La fe que santifica

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4). Una vez que el pecador ha puesto su fe en Cristo, Dios le declara justo, limpio y santo (1 Corintios 6:11). Los efectos inmediatos de esta fe que salva son la paz de Dios, “que sobrepuja todo entendimiento” (Filipenses 4:7) y el regocijo en la esperanza de la gloria de Dios, descrito como un “gozo inefable y glorioso” (1 Pedro 1:8). Sin embargo, al mismo tiempo en que es justificado, comienza la santificación. Muy pronto después de creer en Cristo el creyente aprende que el pecado ejerce su fuerza y constata su doble naturaleza: por un lado está la carne luchando en contra del Espíritu, la naturaleza pecaminosa oponiéndose a la gracia de Dios. Es entonces que el creyente comienza a echar mano de las promesas de Dios y, a ejercer una fe nueva en el poder de Dios y en su ayuda para vencer al mundo. El creyente se aparta del mundo, se aparta del mal y busca llevar su vida en la voluntad de Dios, viviendo por fe. Esta fe, sin embargo, no es pasiva o negativa. Esta fe nos insta a apartarnos del pecado pero consecuentemente, también a ejercitarla de manera activa. Este es el sentido principal de la santificación:...

Read More

Julio 2025
L Ma Mi J V S D
« Abr    
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031