Si el Señor viniera a tu casa, a pasar algunos días, si viniera sin aviso, ¿cómo le recibirías?

“Encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien” 1 Pedro 4:19

 

Si el Señor viniera a tu casa, a pasar algunos días

Si viniera sin aviso, ¿cómo le recibirías?

¡Ah! Yo sé que le darías, tu mejor habitación,

Y la más rica comida, sazonada a la perfección.

Le asegurarías, que es realmente, para ti un gozo sin par

Tener un huésped tan honrado, visitando tu hogar.

 

Pero, al ver a tu puerta el Visitante, tan distinguido

¿Correrías, complacido, a decirle “¡Bienvenido!”?

¿O tendrías que cambiarte antes de dejarle entrar,

Esconder esas revistas y poner la Biblia en su lugar?

¿Y que del “aparato” que sueles contemplar?

¿Donde lo pondrías, o lo tendrías que tapar?

Y esa palabra hiriente que acabas de pronunciar

¿Desearías que la Visita, no la hubiera alcanzado Él, a captar?

 

Y, si algunos días, quisiérase Él quedar

Como normalmente vives tú, ¿podrías continuar?

Usando el lenguaje que normalmente es tu hablar

Y la forma de tu vida, ¿la tendrías que cambiar?

¿No sería diferente toda tu conversación

Con la lectura de la Biblia y los ratos de oración?

 

¿Dejarías que él oyera tu cántico usual

Y los libros que a tu alma son comida espiritual?

¿Llevarías a tu Amado a todo aquel lugar

Donde tú ibas a ir, o los querrías cambiar?

¿Te daría pena si Él llegara un día a conocer

Tus mejores amistades, que a ti te dan placer?

 

¿Muy contento estarías tú si Él viniérase a quedar,

O estarías aliviado cuando al fin decide Él marchar?

Sería interesante saber lo que tu harías,

Si El viniera a tu casa, a pasar algunos días.

 

 

Trad. libre del inglés – A. Turkington/daj/rc