Algunos errores comunes al estudiar la Biblia (II)
Continuamos enumerando algunos errores comunes en que podemos incurrir al estudiar la Palabra de Dios. Cuarto, ignorar el contexto histórico. Suena obvio pero a veces lo pasamos por alto. Cada libro de la Biblia fue escrito por un individuo específico, a un grupo específico de personas, de una cultura determinada, en un momento determinado y con un propósito definido. Si ignoramos esos detalles probablemente malinterpretaremos mucho de lo que leemos. En buenas traducciones hay introducciones a cada libro que presentan el contexto histórico, los temas principales y los retos de interpretación de cada libro. Quinto. Asumir definiciones modernas para palabras bíblicas o, lo que es finalmente lo mismo, utilizar versiones modernas simplificadas para el texto bíblico. Muy pocas palabras del griego o hebreo tienen un equivalente en el español. Hay algunas transliteraciones como la palabra “evangelio”, del griego euangelus, que significa “mensaje de bien”, o “buena noticia”. Para la mayoría de las otras palabras tenemos que recordar que la palabra escogida por un traductor puede no significar exactamente la misma cosa según la palabra original. Aquí surge uno de los riesgos más delicados con el cual los traductores han lidiado por décadas, pues la traducción literal palabra-por-palabra (recurso denominado hipérbaton) genera textos áridos, con gramática forzada y significado complejo. Entonces, el traductor debe dar el sentido de la palabra en la oración original (traducción textual), sin caer en la...
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