NAAMAN SANADO 2
Naamán hizo un viaje a Israel para consultar a Eliseo el profeta. En su cuerpo el gran general sufría de la lepra que le conducía a la muerte. Una muchacha israelita a quien él mismo general había llevado cautiva de su patria para ser sirvienta de su mujer, le insinuó que fuera a ver a Eliseo. En vez de dirigirse al profeta, fue primero al rey de Israel, quien se consternó. “Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras y dijo: ¿Acaso soy yo Dios, para dar la muerte o dar la vida, y para que éste me envíe un hombre, a fin de que yo lo sane de su lepra? ¡Considerad, pues, y ved cómo él busca ocasión contra mí!” 2 Reyes 5:7. Eliseo supo y entró en acción. “Gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados.” Romanos 6:17. El profeta supo de la llegada del sirio Y le mandó a decir, “venga a mí”. Naamán se presentó ante la puerta, Pero el profeta de su cuarto no se bajó. Envió un mensaje cortito y veraz. “Ve, y lávate siete veces en el río” “Tu carne te será restaurada, y limpio serás.” Pero el mensaje a Naamán no agradó. Enojado, se alejó Naamán con su gente, No iba...
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