CULTIVANDO EL ALMA 2

Cultivar el alma es similar a la preocupación que tiene un jardinero con las plantas y los pastos de su predio. Quiere que sea un lugar de belleza que recrea la vista. El alma cultivada espiritualmente da placer a Dios. Por eso es importante preocuparse diariamente de este asunto.   “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” 1Timoteo 4:16.   Pablo el apóstol animó a Timoteo a enseñar a los hermanos. Le aseguró que si así lo hiciera, “serás buen ministro de Jesucristo” 1 Timoteo 4:6. Al cumplir con el encargo, sería evidente que Timoteo estaba nutrido “con las palabras de la fe y de la buena doctrina”. Cuando un cristiano se preocupa de su salud espiritual, es como un jardinero que cultiva el jardín de su alma para que haya fruto y belleza que agradan a Dios. Hay una necesidad diaria de cultivar la vida que ya tenemos en el alma. Jeremías el profeta relató su experiencia: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” Jeremías 15:16.  La Palabra de Dios es vista como comida sólida y como leche que se toma. “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella...

Read More