Los sufrimientos del Siervo de Jehová (II)
“El puso su vida por nosotros” 1 Juan 3:16 Ayer veíamos que indiscutiblemente la profecía de Isaías 53 se refiere al Hijo de Dios cual siervo sufriente, perfecto, en su sacrificio por los pecados de los hombres. El sufre al ser cargado con nuestros pecados y sufre la ira y el justo juicio de Dios sobre ese pecado. “Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento” (v. 10). “Por nosotros lo hizo pecado” (2 Corintios 5:21). En el pasaje, quienes contemplan esta escena reconocen que desde una perspectiva externa, este “varón de dolores” no tiene atractivo (v. 3). Así es también el día de hoy, Cristo no atrae al mundo. La sociedad parece exclamar “¡fuera con éste!” (Lucas 23:18) y pide a cambio algo o alguien que esté más de acuerdo con sus intereses e inclinaciones. También reconocen que menospreciaron y desestimaron a Cristo (v. 3). Pero llegamos al versículo 4 y leemos: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores…”. En los versos que siguen, los “testigos virtuales” continúan reconociendo que él fue herido por las propias rebeliones y fue “molido” por sus propios pecados. Añaden: “el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (v. 4-5). Hay un asumir casi como un lamento el haber estado equivocados, el haber incomprendido los sufrimientos del salvador, el haberle menospreciado, pero al final, el estar...
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