La cruz de nuestro Señor Jesucristo (XII): el lugar de nuestra unión con Cristo

El propósito de la cruz no es sólo librar al creyente de la culpa del pecado ante los ojos de Dios. Es también una parte esencial de la reconciliación que provee un motivo y también el poder para vivir una vida de santidad. Somos nacidos de nuevo, nuevas criaturas en Cristo, creados en Cristo Jesús para buenas obras. “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro” Romanos 6:11 Hay otro aspecto de la verdad en cuanto a la muerte del Señor Jesús como nuestro sustituto, cuando por fe descansamos en la redención que es en Cristo Jesús: somos “unidos con él en su muerte”, o “unidos a El en la semejanza de su muerte” (Romanos 6:5 NVI, LBLA). En otras palabras, él murió como nuestro Representante, así como nuestro Sustituto, por tanto su muerte viene a ser nuestra muerte, y en él no sólo hemos pagado la pena del pecado, sino también hemos muerto al pecado, estamos “muertos al pecado” (Romanos 6:11). Esto quiere decir que el pecado no tiene más derechos sobre nosotros, y que nosotros no tenemos más derecho de hacer ninguna cosa con él: por derecho, y en pacto, hemos terminado con el pecado. Es esta unión con nuestro Representante y Sustituto lo que también nos da parte en su Resurrección, que significa que también nos corresponde por fe...

Read More