PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 1_5 — (004)
Los que son capaces de ver pueden distinguir entre la luz y las tinieblas. Se usan estas dos metáforas para demostrar que la verdad es luz y la ignorancia de ella es tinieblas. ¿Está en luz o en tinieblas? “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.” 1 Juan 1:5. Escuchar la enseñanza del Señor Jesús tiene que haber sido una rica experiencia para los apóstoles que pasaron más de tres años en la compañía de Él. Muchas veces eran auditores pasivos como por ejemplo cuando el Señor respondía a los fariseos. También escuchaban a Jesús en algún lugar público cuando hablaba de las cosas de Dios. En otras oportunidades, los mismos discípulos recibían respuestas directas de Él a las preguntas que le hacían. Todo lo que el Señor revelaba a los suyos tenía por objeto beneficiar a ellos primero. Luego la enseñanza serviría para que ellos transmitieran el mensaje a otros. Ninguna revelación dada por Jesús tuvo por objeto ser guardada. Antes bien, era entregada para ser participada a otros. Dijo Jesús, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” Mateo 28:19-20. Pablo el apóstol tuvo el mismo concepto cuando escribió a Timoteo, “lo que has oído de mí ante muchos testigos,...
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