SEPA YO CUAN FRÁGIL SOY

Un evento en el año 2001 que sacudió al mundo entero nos dejó un sentir de vulnerabilidad. La oración de un rey de antaño cobra vigencia en el mundo de hoy y todos debemos adoptar una actitud similar. “Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy”. Salmo 39: 4. Antes del fatídico 11 de Septiembre 2001, cualquier persona que visitaba Nueva York, quedaba impresionada por las dos enormes torres gemelas que se alzaban como poderosos símbolos del éxito humano. Eran impresionantes por su altura y solidez. Más de cien mil personas las visitaban diariamente entre los trabajadores y los turistas. Daban cierta sensación de seguridad y quienquiera se habría preguntado ¿qué de malo les puede pasar? Ya sabemos como una torre fue embestida a las 8:46 a.m. y la segunda a las 9.03 por dos aviones manejados por terroristas. A las 10.02 y 10.28 a.m. las torres colapsaron. Con esto, nuestro mundo cambió radicalmente. ¿Hay alguna lección en eso para nosotros? Hay personas que se creen fuertes y viven dando sus espaldas a Dios. Viven como si no necesitaran de Él. Saben que algún día van a morir, pero no se preocupan por lo que les pueda pasar. Mientras gozan de buena salud, y con cierta solidez económica, dan la impresión de ser imbatibles. Viven despreocupadas de la vida...

Read More

PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 3_21 — (061)

Nadie quiere tener una conciencia compungida por algún pecado o falta cometida. Es rico vivir con un corazón que no reprende y tenemos algunos ejemplos bíblicos de ello. “Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios.” 1 Juan 3:21. En este verso Juan presenta el corazón que no reprende, todo lo contrario al corazón que reprende como el mencionado en el verso 20. Se entiende que la reprensión se siente cuando la conciencia acusa de pecado. Si uno viviera su vida cuidándose para no pecar, el corazón no tendría nada que reprender. Ningún ser humano es capaz de vivir sin pecado, pues básicamente somos débiles. El pecado es parte de nuestra naturaleza humana mientras estamos en este cuerpo. Juan ya advirtió sobre la posibilidad de pensar que seamos libres de pecar. “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros” 1 Juan 1:8. Gracias a Dios que con la ayuda del Espíritu Santo, uno puede aspirar a vivir una vida sin ser dominado por el pecado y en tal condición, “si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios” v.21. Un hombre que vivía una vida santa era Nataneal. Felipe le invitó a ver a Jesús y mientras se acercaba, Jesús dijo: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño” Juan 1:47. Natanael no...

Read More

PARA SIEMPRE ES SU MISERICORDIA

Los hijos de Dios disfrutan de una bendición que diariamente experimentamos. Dios es misericordioso y lo demuestra con amor. Abram lo experimentó y podemos hacerlo nosotros también. “Porque para siempre es su misericordia.” Salmo 136:1-26. El amor misericordioso de Dios se vio en el caso de Abram cuando él se equivocó y viajó a Egipto. Allí negó que Sarai fuera su esposa, y mintió a Faraón. Luego fue reprendido por el monarca pagano a causa de su decepción. Sin embargo, Abram supo que el camino que tenía que tomar para recuperarse fue regresar a Bet-el, el lugar donde en un principio había levantado un altar. “Volvió… desde el Neguev hacia Bet-el,… donde había estado antes su tienda… al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová” Génesis 13:3-4. Abram conoció el amor misericordioso de Dios. Así puede ocurrir en nuestras vidas también. Cuando nos extraviamos del camino de la obediencia, debemos reconocer la equivocación hecha y volver al punto de partida a fin de disfrutar de nuevo la comunión con el Dios de amor misericordioso. Como un eco que se escucha, cada declaración en los 26 versículos del salmo 136 es repetida; “para siempre es su misericordia”. Así el Salmista asegura que todo lo declarado en la primera parte de cada versículo es el resultado de la eterna misericordia divina. Tome...

Read More

AMOR MISERICORDIOSO

El amor verdadero tiene un efecto tranquilizador, suavizante, y levanta el ánimo. Saber que uno es amado imparte un sentir de bienestar. Dios es misericordioso a la vez que ama de verdad. “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.” Isaías 54:10. Hay días cuando el mundo parece girar al revés. Da la impresión que damos dos pasos adelante y retrocedemos tres. El corazón clama buscando una palabra de consuelo, una palabra de aliento. ¿Cómo vamos a seguir adelante? Es precisamente en medio de estas circunstancias cuando la Palabra de Dios suministra el “silbo suave” que tranquiliza. El texto de cabecera usa la naturaleza física y visible como un punto de contraste. La existencia de los montes y los collados sugieren moles inmóviles para los seres humanos. Sin embargo, un día va a haber trastornos en la naturaleza, y entonces, ¿qué de nosotros? “No se apartará de ti mi misericordia”, dice Jehová. Ahí está la preciosa promesa de amor que llena el alma de la paz de Dios. El amor que Dios tiene para con sus hijos es eterno. El amor de Dios nunca falta. El primer uso de la palabra “misericordia” en el texto significa mostrar bondad, fidelidad, benignidad. La misma palabra es...

Read More

PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 3_20 — (060)

Vivir tranquilo sabiendo que todo pecado y toda maldad ha sido borrado es una gran bendición. Dios está dispuesto a hacerlo a toda persona que se acerca en procura de ella. “Si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.” 1 Juan 3:19-20. El deseo universal compartido por todo ser humano es vivir tranquilamente. Dentro de cada uno Dios ha puesto una conciencia, aquella voz interior que suena una alarma cuando se enfrenta una tentación. También la conciencia sirve cuando uno procede en integridad y se siente confirmado en su actuar. No hay paz cuando nuestro corazón nos reprende. Gracias a Dios por esta facultad que en el texto de hoy es llamada “el corazón”. Esta facultad nos ayuda a juzgar entre el bien y el mal, y entre la santidad y el pecado. Con ella podemos juzgar el carácter moral de la conducta humana. Para funcionar bien, la conciencia y el corazón necesitan la verdad como su punto de referencia. Ha sido revelada por la palabra escrita (la Biblia), y por la Palabra Viva (Jesucristo). La conciencia en sí no es garantía que se esté procediendo bien. Tiene que ser instruida por la verdad de Dios. Como las otras facultades humanas que fueron afectadas por el pecado con la caída de Adán, así también la conciencia. La enseñanza en el...

Read More

Julio 2025
L Ma Mi J V S D
« Abr    
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031