Mes: Septiembre 2013

La iglesia universal y la iglesia local (V)

“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes” Apocalipsis 3:11 En el estudio de la iglesia universal y la iglesia local, emerge una característica gloriosa de la primera, anunciada por el mismo Señor Jesucristo. Es la sexta distinción que podemos mencionar y dice relación en cuanto a que la iglesia universal, el cuerpo de Cristo, no puede ser destruida (Mateo 16:18). Nunca lo será y esta es una declaración concreta y taxativa del Señor Jesucristo. Más aun, se la presentará a sí mismo gloriosa, sin mancha, “sin arruga”, y santa (Efesios 5:27). Esto no es necesariamente así en cuanto a una asamblea o iglesia local, pues cualquier congregación reunida al nombre del Señor y constituida bajo los principios bíblicos neotestamentarios puede dejar de existir en algún momento. Esto es una seria advertencia hacia toda iglesia local. Hay casos lamentables en que una asamblea no puede seguir funcionando porque sus miembros no son capaces de sostener el testimonio. En otras ocasiones son perseguidos, arrestados e incluso pierden su vida por causa del evangelio en regiones del mundo donde hay gran oposición al cristianismo. Esto ocurrió en el siglo primero (Gálatas 1:13) y también ocurre el día de hoy. También una asamblea puede dejar de ser por juicio divino cuando el mismo Señor Jesucristo, que está en medio de los candeleros de oro –figuras de iglesias locales– determina que una...

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La iglesia universal y la iglesia local (IV)

“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente” 1 Timoteo 3:15 Prosiguiendo con los distintivos de la iglesia universal y la iglesia local o asamblea, tenemos en quinto lugar que en la iglesia universal existe una posición de igualdad espiritual por la muerte vicaria del Hijo de Dios. No hay diferencia de género, ni diferencias raciales. Esto representó un impacto tremendo para el mundo del siglo primero. Dios elevó a la mujer a un status digno, a la par del hombre, en cuanto a las bendiciones y privilegios que vienen con la salvación, así como también a los no-judíos y a los que eran esclavos. Tanto el varón como la mujer tienen ahora la misma posición en la familia de Dios, y un mismo Padre. Dice el texto bíblico, “Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos” (Efesios 4:5) y, “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Por el contrario, en una asamblea local sí hay distinción del rol del varón con respecto de la mujer, siendo el varón quien debe liderar en la congregación y la mujer aprender en silencio (1 Timoteo 2:11-12). De la misma manera, las mujeres no dirigen en el...

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La iglesia universal y la iglesia local (III)

“La iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” Hechos 20:28 Prosiguiendo con la descripción de los distintivos entre la iglesia universal y la iglesia local, tenemos en cuarto lugar que la membresía a la iglesia universal –o incorporación al cuerpo de Cristo– es inmediata al momento de la conversión junto con la recepción del Espíritu Santo, e incluye a todo santo de la dispensación de la gracia. Estos son los que en la Biblia se les llama escogidos, adoptados por medio de Jesucristo, redimidos por su sangre, y perdonados (Efesios 1:3-10). ¿Qué mérito tienen? –ninguno. Han recibido al Señor Jesucristo como salvador y por ello son hijos de Dios (Juan 1:12). Nunca un salvado será exonerado de la iglesia universal o dejará de pertenecer a ella pues el pastor conoce “sus ovejas” (Juan 10:27), les ha dado vida eterna (Juan 10:28), y esta vida no depende de lo que la oveja haga o no haga. Vida eterna es eterna, no susceptible de suspenderse o cancelarse, pues si así fuera Jesús no le habría llamado eterna. En el mismo pasaje, en seguida Jesús asegura también que a sus ovejas “nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:29). Es interesante que toda esta secuencia de afirmaciones respecto de la seguridad eterna de la salvación son dadas por el Señor utilizando la figura de...

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La iglesia universal y la iglesia local (II)

“Edificaré mi iglesia” Mateo 16:18 Puesto que pertenecer a la iglesia universal es indisoluble e integral con la salvación, la pertenencia de cada creyente individual a la iglesia está asegurada, así como su salvación eterna. Sin embargo, la iglesia universal se despliega y expresa en el mundo por medio de un vehículo. Por ese motivo, los apóstoles establecieron ‘iglesias locales’ dondequiera que ellos iban. Estas iglesias son representaciones del cuerpo de Cristo, donde sus miembros se reúnen para  practicar la doctrina de los apóstoles y para ejercer los dones que, sin excepción, cada creyente ha recibido de parte del Espíritu Santo (1 Corintios 12:7). En las cartas apostólicas se nos enseña con respecto a la iglesia universal y la iglesia local. El lector debe distinguir, entonces, qué enfoque el escritor bíblico está teniendo en mente al momento de escudriñar un pasaje, ya sea la iglesia cuerpo de Cristo o la iglesia en algún lugar determinado. De este modo, resultan evidentes los distintivos que hay entre estos dos conceptos de iglesia. En primer lugar, el Señor Jesucristo es el constructor y edificador de su iglesia, como vimos ayer (Mateo 16.18). Esta estructura espiritual no fue generada en la mente de un hombre sino en la mente de Dios. La iglesia local, en cambio, es edificada por los hermanos que enseñan a los miembros de esa iglesia. “Cada uno mire cómo...

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La iglesia universal y la iglesia local (I)

“Edificaré mi iglesia” Mateo 16:18 Mateo 16 es un punto de inflexión en el ministerio del Señor Jesús. Las cosas a partir de este capítulo son diferentes. El Señor preguntó a sus discípulos, “¿Quién decís que soy yo?” En este punto, Pedro hizo la gran confesión, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:15). Sobre esta confesión, que llamaríamos el fundamento, Jesús revela, “Sobre esta roca edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18). A manera de ilustración, podríamos decir que hasta entonces Jesús había hablado o interpretado con “la partitura de Israel”. Desde este momento comienza a interpretar otra música, otra “melodía”, la de la iglesia, “misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu” (Efesios 3:5). No leemos de ninguna reacción de los discípulos a esta palabra de Jesús, pues con toda seguridad escapó a su comprensión. Lo cierto es que la promesa hecha por el Señor se ejecutó cuando la iglesia entró en existencia el día de Pentecostés. El libro de Hechos describe los aspectos históricos de tal suceso, mientras que el apóstol Pablo dio su significado espiritual y doctrinal cuando escribió, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se...

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